ADOLF LOOS
Adolf Loos (1870-1933),
arquitecto y teórico austriaco de origen checo, uno de los pioneros del
movimiento moderno en la arquitectura.
Nació en Brno (República Checa). En 1887 inició sus
estudios clásicos, que abandonó poco después tras los pésimos resultados, y en
1890 ingresó en la Escuela Técnica de Dresde. Tras el servicio militar, viajó a
Estados Unidos, con la intención de visitar a sus tíos, y allí permaneció hasta
1896, antes de establecerse en Viena. Durante su estancia en América recibió la
influencia racionalista de la Escuela de Chicago; conoció los
escritos de Louis Sullivan, como El ornamento en la
arquitectura (1892); visitó la Exposición Universal de esa misma ciudad,
además de las de San Luis, Nueva York y Filadelfia, y trabajó como diseñador y
albañil durante dos años. A su regreso a Viena, contactó con el círculo
literario de Peter Altenberg y Karl Kraus. Comenzó entonces a
escribir artículos para el diario liberal Neue Freie Presse (entre los
que destacan “La ciudad de Potemkin” y “Nuestros jóvenes arquitectos”),
mostrando ya su oposición a la superficialidad del estilo Art
Nouveau, de moda en su época, al que critica duramente sobre todo a
partir de la publicación de su propia revista, Das Andare (Lo
otro), de la que solo conseguirá publicar dos números.
En 1903 se habían fundado los Wiener Werkstätte (Talleres
de Viena), que formaban una asociación cuyos componentes (Josef
Hoffmann y los escindidos de la Secesión) pretendían reformar la
artesanía y las artes aplicadas vienesas. En 1908, con motivo de la I Exposición
de Arte celebrada en Viena, donde participó el grupo de Hoffmann, Loos pronunció
su conferencia “Ornamento y delito”: el ornamento queda asociado al estilo
histórico, de tal manera que el nuevo estilo vigente no debía usar ornamentos de
tiempos pasados; además, explica cómo el hombre moderno es incapaz de crear un
nuevo ornamento, así como las ventajas de la supresión del ornamento en cuanto a
reducción de costes. De este modo se anticipó al object-type del que
Le Corbusier hablaría posteriormente.
Estas críticas quedaron también plasmadas en la casa
Steiner (Viena, 1910), un edificio cúbico liso, despojado de todo adorno, que
fue una de las primeras viviendas construidas en hormigón armado. Se trata de
uno de los primeros ejemplos donde Loos aplicó su Raumplan, un sistema de
organización del espacio interior de una vivienda dispuesto en varios niveles.
Este sistema culminó en algunas de las casas realizadas al final de su vida,
como la casa Moller (Viena, 1927-1928) o la casa Müller (Praga, 1928-1930). Ya
desde la casa Steiner, Loos había adquirido un lenguaje abstracto, plagado de
prismas blancos y sin adornos, que se anticiparon al movimiento moderno. El
Raumplan fue también aplicado al problema del alojamiento colectivo: en
este sentido, Loos realizó una serie de estudios que culminaron con el proyecto
del conjunto Heuberg (1920) y su participación en la exposición Wiessenhof,
dirigida por Ludwig Mies van der Rohe, a las afueras de Stuttgart
en 1927, para la que construyó dos casas bifamiliares según los principios
expuestos en otro de sus artículos, “La colonia moderna”.
Las ideas radicales de Loos tuvieron una importante
influencia entre los arquitectos vanguardistas de la siguiente generación, sobre
todo en Austria y Alemania, pero también en Francia, como es el caso del poeta
protodadaísta Paul Dermée y los pintores puristas Amédée Ozenfant y
Charles Édouard Jeanneret (Le Corbusier), a los que llegó ese impulso por
sintetizar los objetos del mundo moderno. Su influencia fue decisiva también en
el desarrollo de la planta libre, y las numerosas maquetas que se conservan de
las casas proyectadas en los últimos años de su vida conforman el modelo de las
villas puristas de Le Corbusier.
DISCURSO Y FILOSOFÍA
Fue el pionero del movimiento moderno que preconizaba la desornamentación y la ruptura con el historicismo, siendo considerado uno de los precursores del racionalismo arquitectónico. A raíz de sus postulados, polemizó con los modernistas, que formaban la denominada Secesión de Viena
y que sostenían un punto de vista antagónico de la arquitectura. Estuvo
en contacto con las vanguardias artísticas europeas de la época, como Schönberg, Kokoschka y Tristan Tzara. También gustó de escribir artículos de opinión (era muy duro con sus críticas): Ornamento y delito (1908) y Arquitectura (1910).
Su arquitectura es funcional, y tiene en cuenta las calidades de los nuevos materiales (como deja patente en su "Teoría del revestimiento"). Para Loos, la arquitectura es distinta de las artes aplicadas, es la madre de todas ellas; el resto de las tipologías arquitectónicas deben ser funcionales, y prescindir de ornamentación. Él mismo financió una revista: Das Andere (“lo Otro”), en la que expuso sus ideas.
Introdujo un nuevo concepto en sus obras, el "Raumplan". El concepto del Raumplan consiste en que Loos adjudicaba a cada una de las habitaciones, a cada uno de los espacios, una importancia distinta. Afirmaba que un dormitorio, por ejemplo, no tiene la misma importancia que una sala de estar, que es un espacio de representación. De la importancia de las habitaciones dependía su tamaño o la altura del techo. Loos situó los cuartos a lo largo de un eje imaginario en la casa como si rodaran en una espiral. Cada habitación correspondía a los fines a los que debía servir. Así, la sala de estar, donde tienen lugar las actividades sociales, es un inmenso y precioso espacio. Al contrario, el dormitorio de los niños pertenece a la parte privada de la casa, y por lo tanto no necesita unos techos de tres metros.
Introdujo un nuevo concepto en sus obras, el "Raumplan". El concepto del Raumplan consiste en que Loos adjudicaba a cada una de las habitaciones, a cada uno de los espacios, una importancia distinta. Afirmaba que un dormitorio, por ejemplo, no tiene la misma importancia que una sala de estar, que es un espacio de representación. De la importancia de las habitaciones dependía su tamaño o la altura del techo. Loos situó los cuartos a lo largo de un eje imaginario en la casa como si rodaran en una espiral. Cada habitación correspondía a los fines a los que debía servir. Así, la sala de estar, donde tienen lugar las actividades sociales, es un inmenso y precioso espacio. Al contrario, el dormitorio de los niños pertenece a la parte privada de la casa, y por lo tanto no necesita unos techos de tres metros.
OBRAS
Sastrería Goldman&SalatschViena, Austria |
La Villa Müller Praga, República Checa |
- "Adolf Loos." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008.
- Loos, Claire Beck (2011). Adolf Loos – A Private Portrait. Los Angeles, CA: DoppelHouse Press.
- Bock, Ralf (2007). Adolf Loos. Geneve: Skira. ISBN 88-7624-643-6.
- Sarnitz, August. Loos. Taschen. ISBN 3-8228-2770-3.