CARTA DE
ATENAS
1. La
Conferencia, convencida de que la conservación del patrimonio artístico y
arqueológico
de la humanidad, interesa a todos los Estados defensores de la civilización,
desea que
los Estados se presten recíprocamen
te una
colaboración cada vez más extensa
y
concreta para favorecer la conservación de los monumentos artísticos e
históricos:
considera
altamente deseable que las instituciones y los grupos calificados, sin
menoscabo
del derecho público internacional, pued
an
manifestar su interés para la
salvaguarda
de las obras maestras en las cuales la civilización ha encontrado su más alta
expresión
y que aparecen amenazadas: hace votos para que las solicitudes a este efecto
sean
sometidas a la Comisión de la Cooperació
n
Intelectual, después de encuestas
hechas
por la Oficina Internacional de Museos y después de ser presentadas a la
atención
de cada
Estado. Corresponderá a la Comisión Internacional de la Cooperación
Intelectual,
después
de las solicitudes hechas por la O
ficina
Internacional de Museos y después de
haber
obtenido de sus organismos locales la información pertinente. Dictaminar sobre
la
oportunidad
de las medidas a tomar y sobre los procedimientos a seguir en cualquier
caso
particular.
2. La
conferencia escuchó la exposición de los principios generales y de las teorías
concernientes
a la protección de monumentos. Observa que, a pesar de la diversidad de
casos especiales
en los que se pueden adoptar soluciones específicas, predomina en los
diferentes
Estados presentados, la tendencia general a abandonar las restituciones
integrales
y a evitar sus riesgos mediante la institución de obras de mantenimiento
regular y
permanente, aptos para asegurar la conservación de los edificios.
En los
casos en los que la restauración aparezca indispensable después de
degradaciones
o destrucciones, recomienda respetar la obra histórica y artística del
pasado,
sin menospreciar el estilo de ninguna época.
La Conferencia recomienda mantener, cuando sea
posible, la ocupación de
los monumentos
que les aseguren la continuidad vital, siempre y cuando el destino moderno
sea tal
que respete el carácter histórico y artístico.
3. La
Conferencia escuchó la exposición de las legislaciones promulgadas en cada país
con el
fin de proteger a los monumentos de interés histórico, artístico o científico,
y
aprobó
unánimemente la tendencia general que consagra en esta materia un derecho de
la
colectividad en contra del interés privado.
La
Conferencia ha constatado que la diferencia entre estas
legislaciones
procede de la dificultad de conciliar el derecho público con el derecho privado
y, en consecuencia, si bien aprueba la tendencia general, estima que estas
legislaciones deben ser
apropiadas
a las circunstancias locales y al estado de la opinión pública, para encontrar
la
menor
oposición posible y para tener en cuenta el sacrificio que los propietarios
deben
hacer en
el interés general.
La Conferencia desea que en cada Estado la
autoridad pública sea investida del
poder
para tomar medidas de conservación en casos de urgencia. Desea en fin, que la
Oficina
Internacional de Museos Públicos ponga al día una lista comparativa de las
legislaciones
vigentes en los diferentes Estados sobre este tema.
4. La
Conferencia constata con satisfacción que los principios y las técnicas
expuestas en
las
diferentes comunicaciones se inspiran en una tendencia común, a saber: cuando
se
trata de
ruinas, se impone una escrupulosa labor de conservación y, cuando las
originales
encontrados (anastylosis); y los materiales nuevos necesarios para este fin
deberán
siempre ser reconocibles. En cambio, cuando la conservación de ruinas sacadas
a la luz
en una excavación, fuese reconocida como imposible, será aconsejable, más bien
que
destinarlas a la destrucción enterrarlas nuevamente, después, naturalmente de
haber
hecho levantamientos precisos.
Es evidente que la técnica de excavación y de
conservación de restos impone la
estrecha
colaboración entre el arqueólogo y el arquitecto. En cuanto a los otros
monumentos,
los expertos, reconociendo que cada caso se presenta con características
especiales,
se han encontrado de acuerdo en aconsejar que antes de cualquier obra de
consolidación
o de parcial restauración se haga una escrupulosa investigación acerca de
la
enfermedad a la cual se va a poner remedio.
5. Los
expertos escucharon varias comunicaciones relativas al empleo de materiales
modernos
para la consolidación de los edificios antiguos, y h
an
aprobado el empleo
juicioso
de todos los recursos de la técnica moderna, muy especialmente del concreto
armado. Expresan
la opinión de que normalmente estos medios de refuerzo deben estar
disimulados
para no alterar el aspecto y el carácter del edifi
cio a
restaurar; y
recomiendan
el empleo de dichos medios, especialmente en los casos en que aquellos
permiten
conservar los elementos
“
in situ
”
,
evitando los riesgos de la destrucción y de la
reconstrucción.
La
Conferencia constata que en las condiciones
de la
vida moderna los monumentos del
mundo
entero se encuentran más amenazados por los agentes externos; si bien no
pueden
formular reglas generales que se adapten a la complejidad de los distintos
casos
recomienda:
1. La colaboración en cada país de
los conservadores de monumentos y de los arquitectos con los representantes de
las ciencias físicas, químicas y naturales para lograr resultados seguros de
cada vez mayor aplicación.
2.
La
difusión por parte de la Oficina Internacional de Museos de estos resultad os, mediante
noticias sobre los trabajos emprendidos en los varios países y mediante publicaciones
regulares. La Conferencia considera, en referencia a la conservación de la
esculturamonumental, que el traslado de esas obras fuera del contexto para el
cual fueron creadas debe considerarse, como principio, inoportuno. Recomienda,
a modo de precaución, la conservación de los modelos originales cuando todavía
existen y la ejecución de copias cuando estén faltando.
7. La
Conferencia recomienda respetar, al construir edificios, el carácter y la
fisonomía de
la
ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos, donde el ambiente
debe ser
objeto de un cuidado especial. Igualmente se deben respetar algunas
perspectivas
particularmente pintorescas. Objeto de estudio, pueden ser también las
plantas y
las ornamentaciones vegetales adaptadas a ciertos monumentos o grupos de
monumentos
para conservar el carácter antiguo.
La
Conferencia recomienda sobre todo la supresión de todos los anuncios, de toda
supe
rposición
abusiva de postes e hilos telegráficos, de toda industria ruidosa e intrusa,
en la
cercanía de los monumentos artísticos e históricos.
8. La
Conferencia emite el voto:
1.
Que todos
los Estados, o bien las instituciones creadas en ellos y reconocidas como
competentes para tal fin, publiquen un inventario de los monumentoshistóricos
nacionales, acompañado por fotografías y notas.
2 Que cada Estado cree un archivo
donde se conserven los documentos relativos a los propios monumentos.
3. Que la Oficina nternacional de
Museos dedique en sus publicaciones algunos artículos a los procedimientos y a
los métodos de conservación de losmonumentos históricos.
4. Que la misma Oficina estudie la
mejor difusión y el mejor uso de lasindicaciones de los datos arquit ectónicos,
históricos y técnicos así recabados.
9. Los
miembros de la Conferencia, después de haber visitado en el curso de sus
trabajos
y de las
giras de estudio realizadas, algunas de sus principales excavaciones y algunos
de
los
monumentos antiguos de Grecia, rinden homenaje unánime al Gobierno griego, que
desde
hace muchos años, además de asegurar por su parte la realización de trabajos
considerables,
ha aceptado la colaboración de los arqueólogos y especialistas de todos
los
países. En eso han visto, los miembros de la Conferencia, un ejemplo que no
puede
más que
contribuir a la realización de los fines de cooperación intelectual, de los
cuales
ha
aparecido tan viva la necesidad en el curso de los trabajos.
10. La
Conferencia, profundamente convencida de que la mejor garantía de conservación
de los
monumentos y de las obras de arte viene del afecto y del respeto del pueblo, y
considerando
que este sentimiento puede ser favorecido con una acción apropiadas de
las
instituciones públicas, emite el voto para que los educadores pongan empeño en
habituar
a la infancia y a la juventud a abstenerse de cualquier acto que pueda
estropear
los monumentos, y los induzcan al entendimiento del significado y, en general,
a
interesarse en la protección de los testimonios de todas las civilizaciones.
Fuentes:
- http://www-etsav.upc.es/personals/monclus/cursos/CartaAtenas.htm
- http://ipce.mcu.es/pdfs/1931_Carta_Atenas.pdf
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